
(en este punto el narrador dudó si mas bien el diablo no perdió la chola en un lugar más que en un punto del tiempo, pero sabio como se ha hecho con el transcurrir de estas crónicas, prefirió no comentarle nada al misterioso protagonista)
Se dice que el infante de la fotografía no es otro que el mismísimo S.M. pero cualquier negación o afirmación al respecto sería meramente especulativa y si bien nos nutrimos de misterios, la especulación no tiene cabida.