... se viene el lunes, y viene como Cristo, arrecho. El Señor Misterioso espera que sea una semana pacífica, relajada y maravillosa, pero sabe que en todo momento debe estar preparado para la guerra. Bang bang.
"Y que nos agarre confesados... o mejor... que no nos agarre". Otra de las fráses célebres de este misterioso Señor Misterioso que escribe torcido sobre líneas torcidas.
En momentos decisivos de la vida cualquiera, inclusive el más plantado, recurre a su sitio seguro... a sus ritos, creencias, maestros o vicios preferidos.
Para esas ocasiones de cambio el Señor Misterioso y Bob Dylan, admirados y admiradores mutuos, coinciden en su sabia pero sencilla opinión: pa'trás, ni pa' coger impulso.
Un paseo por la boveda del Señor Misterioso reveló su más preciada posesión. S.M. insiste en que la ganó limpiamente pero se negó a seguir dando detalles. Que misteriosos son sus caminos señor, que misteriosos.
Estudioso de la historia de Roma el Señor Misterioso admira bastante a los gladiadores, y siempre siempre siempre se pregunta... si hubiese nacido unos cuantos siglos antes ¿habría vestido una falda?
Mucho rato pasó y el Señor Misterioso jamás descubrió la razon de tanta felicidad. Por horas observó en la misma dirección, pero solo una migraña consiguió.
Todas las noches sin falta el Señor Misterioso bebe una enorme taza de café. No lo hace para quedarse despierto, porque después de tantos años la cafeína no le quita el sueño, no lo hace para estar más lúcido, ni siquiera lo hace porque le encanta el sabor del café o para sentir la taza caliente entre sus manos. Simplemente lo hace. Todas las noches. Sin falta.
Con los años, el Señor Misterioso le ha perdido el miedo a casi todo. El día de hoy no descansó hasta que consiguió un lugar lo suficientemente letal para ser retratado.
Más temprano "compartió" unos minutos militares con la guardia de honor.. pensó en ser retratado ahí pero al instante le pareció un poco forzada la idea.
Nisiquiera el Señor Misterioso con su infinita luz (fluorescente) escapa a las vicisitudes de la crisis. Lo importante es recordar las palabras de un sabio amigo de S.M.:
"- Señor, disculpe, pero ¿Cómo sobrelleva Ud. esta crisis que a todos nos hunde? - Eso depende amigo, ¿Ud. sobre quién está parado?"
Los genios, los iluminados, algunos desadaptados sociales y la mayor parte de los obsesivos-compulsivos comparten ciertas neurosis. Acá el Señor Misterioso fue captado saltando de uno en uno los cuadritos rojos, uno de los inevitables rituales que repite hasta la saciedad cada vez que se le aparece un piso cuadriculado por delante.