
En momentos decisivos de la vida cualquiera, inclusive el más plantado, recurre a su sitio seguro... a sus ritos, creencias, maestros o vicios preferidos.
Para esas ocasiones de cambio el Señor Misterioso y Bob Dylan, admirados y admiradores mutuos, coinciden en su sabia pero sencilla opinión: pa'trás, ni pa' coger impulso.
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