martes, 5 de julio de 2011

The Sun & The Restless


Al mejor estilo de Quiroga, a nuestro pequeño gigante lo ataca un bicho que le drena energías durante las noches mientras se refugia en su diminuta y misteriosa almohada de plumas de extintas aves. No conforme con eso, dicho bicho a su vez alimenta a una más diminuta aun bestia interna de S.M. con pequeñas dosis de líquido psicoactivo que en pocas palabras, además de resaltarle los colores y las texturas del universo, dicha bestia excreta ansiedad y preocupaciones, cosa que lo tiene un poco con los pelos de punta (se revela un poco aquí el porqué de su perenne sombrero fedora)

Sin embargo, no se trata sino de otro día más bajo el Sol para nuestro queridísimo y bastan unos cuantos minutos bajo su radiante luz caliente para al menos tostar los oscuros pensamientos.

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