martes, 12 de enero de 2010

Canal, de pana.

Había una vez un barquito que no era chiquitico y que definitivamente podía navegar, pero que para atravesar de un océano a otro tenía que pagar peaje y es exactamente a esto a lo que se bajó el Señor Misterioso.

Y como siempre siempre se tiene que socializar, a los panas panameños nuestro S.M. invita una ronda de birra local.

2 comentarios:

Andreu dijo...

Peculiar, ya te imagino buscando el lugar adecuado para poner al Señor Misterio. ¡Cómo no se me ocurrió!

lea_y_relea dijo...

Es que resulta, querido Andreu, que todo lo que hace el Señor Misterioso, los lugares que elige, sus sabios y también indescifrables mensajes, no los decido ni yo ni nadie sino esa misteriosa mística energía (algunos la llaman ocio)que emana de su aura glow in the dark.

Gracias por los buenos comentarios y que el misterio siempre sea parte de tu vida!

Abur!