domingo, 17 de enero de 2010

oh la....


La observa, ahí, parada y erecta como si nada mas en el mundo importara sino su verticalidad metálica y no pudiendo sacudirse ese súbito arrebato quizás celoso se fue a visitar a Nuestra Señora.

Una vez aquí, a modo de confesión y algo avergonzado, dice que pensaba que Nuestra Señora era el complemento femenino de Nuestro Señor (Misterioso, osea Él mismo.. en...tien..den...?) que al parecer con ansias esperaba encontrar.

La ciudad del amor afecta a cualquiera, por muy misteriosa y glow in the dark que sea su aura, y siempre causará impresión en este cronista cuando S.M. se muestra tan mundanamente humano.

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